Día 1 de la Novena a San Agustín
Bienvenidos al emocionante Día 1 de la Novena a San Agustín, el inicio de un viaje espiritual enriquecedor. En este primer día, nos sumergimos en las enseñanzas de este venerado santo, buscando inspiración y guía en su legado espiritual que ha resistido el paso del tiempo.
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Oración Inicial
Peregrino y enfermo vuelvo a ti, Dios mío, cansado de peregrinar fuera,
y agobiado por el peso de mis males.
He experimentado que lejos de tu presencia
no hay refugio seguro, ni satisfacción que dure, ni deseo que dé fruto, ni bien alguno que sacie los deseos del alma que creaste.
Aquí estoy, pobre y hambriento. ¡Dios de mi salud! Ábreme las puertas de tu casa: perdóname, recíbeme, sáname de todas mis enfermedades’, úngeme con el óleo de tu gracia, y dame el abrazo de paz que prometiste al pecador arrepentido. ¡Oh Verdad! ¡Oh belleza infinitamente amable! ¡Qué tarde te amé, hermosura siempre antigua
y siempre nueva! ¡Qué tarde te conocí!
¡Qué desdichado fue el tiempo en que no te amé ni conocí!
(Confesiones X)
Día 1 de la Novena a San Agustín
Lectura
«Jesús, sabiendo que el Padre le había puesto todo en su mano, y sabiendo que había venido de Dios y que a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ciñó una toalla; echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que llevaba ceñida».
Jn 13,23
Reflexión
El Señor por su infinita misericordia, ha querido que yo ocupara este lugar y me dedicara al ministerio pastoral; por. ello debo tener presente dos cosas, distinguiéndolas bien, a saber:
que por una parte soy cristiano y por otra soy obispo. El ser cristiano se me ha dado como don propio; el ser obispo, en cambio, lo he recibido pará vuestro bien. Consiguientemente, por mi condición dé cristiano debo pensar en mi salvación, en cambio, por mi condición de obispo debo ocuparme de la vuestra.
En la Iglesia hay muchos que, siendo cristianos pero sin ser prelados, llegan a Dios; ellos andan, sin duda, por un camino tanto más fácil y con un proceder tanto menos peligroso cuanto su carga es más ligera. Yo, en cambio además de ser cristiano, soy obispo; por ser cristiano deberé dar cuenta a Dios de mi propia vida por ser obispo deberé dar cuenta de mi ministerio.
San Agustín Sermón 46
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Ave María
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración Final
Señor, estabas dentro de mí, pero yo de mí mismo estaba fuera.
Y por fuera te buscaba… Estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Me mantenían alejado aquellas cosas que, sí en ti no fuesen, no existirían.
Pero me llamaste, gritaste, derrumbaste mi sordera. Brillaste, resplandeciste, ahuyentaste mi ceguera. Derramaste tu fragancia, la respiré y suspiro por ti. Gusté, tuve hambre y sed.
Me tocaste y ardo en deseos de tu paz.
Llegar a conocerte, Dios mío, de manera que te ame y no te pierda.
Entender quién soy, de tal forma que me desapegue de mis intereses y no me busque en vano en nada.
Sentir un amor profundo hacia ti, Dios mío, riqueza de mi alma, para estar siempre contigo.
Morir a mí mismo y renacer en ti.
Concederme ser tu única vida verdadera y mi salud perfecta para siempre.
Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Día 1 de la novena a San Agustín
En este inspirador Día 1 de la Novena a San Agustín, comenzamos a trazar una conexión con su sabiduría atemporal. Que sus palabras continúen resonando en nuestros corazones, inspirándonos a cultivar una espiritualidad más profunda y a encontrar significado en cada aspecto de nuestras vidas.