Día 4 de la Novena a San Agustín

En el inspirador Día 4 de la Novena a San Agustín, continuamos explorando su legado espiritual. Este día nos brinda la oportunidad de sumergirnos aún más en sus reflexiones, permitiéndonos encontrar inspiración para vivir con autenticidad y propósito en nuestro camino espiritual.

Por la señal de la Santa Cruz,

de nuestros enemigos,

líbranos, Señor, Dios nuestro.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

 

Oración Inicial

Peregrino y enfermo vuelvo a ti, Dios mío, cansado de peregrinar fuera,

y agobiado por el peso de mis males.

He experimentado que lejos de tu presencia

no hay refugio seguro, ni satisfacción que dure, ni deseo que dé fruto, ni bien alguno que sacie los deseos del alma que creaste.

Aquí estoy, pobre y hambriento. ¡Dios de mi salud! Ábreme las puertas de tu casa: perdóname, recíbeme, sáname de todas mis enfermedades’, úngeme con el óleo de tu gracia, y dame el abrazo de paz que prometiste al pecador arrepentido. ¡Oh Verdad! ¡Oh belleza infinitamente amable! ¡Qué tarde te amé, hermosura siempre antigua

y siempre nueva! ¡Qué tarde te conocí!

¡Qué desdichado fue el tiempo en que no te amé ni conocí!

(Confesiones X)

 

Día 4 de la Novena a San Agustín

Lectura

En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador;

2pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.

A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.

Jn 10, 1-3

 

Reflexión

El Señor nos ayudará a decir cosas que sean verdaderas, en vez de decir cosas que sólo sean nuestras. Pues, si sólo dijésemos las nuestras, seríamos pastores que nos estaríamos apacentando a nosotros mismos, y no a las ovejas; en cambio, si lo que decimos es suyo, él es quien os apacienta, sea por medio de quien sea. Esto dice el Señor: «¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas lo que tienen que apacentar los pastores?» Es decir, que no tienen que apacentarse a sí mismos, sino a las ovejas. Ésta es la primera acusación dirigida contra estos pastores, la de que se apacientan a sí mismos en vez de apacentar a las ovejas. ¿Y quiénes son ésos que se apacientan a sí mismos? Los mismos de los que dice el Apóstol: Todos sin excepción buscan su interés, no el de Jesucristo.

San Agustín Sermón 46

 

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu Reino;

hágase tu voluntad

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy

nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.

Amén.

 

Ave María

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo.

Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

 

Gloria

Gloria al Padre

y al Hijo

y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,

ahora y siempre,

por los siglos de los siglos.

Amén.

 

Oración Final

Señor, estabas dentro de mí, pero yo de mí mismo estaba fuera.

Y por fuera te buscaba… Estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.

Me mantenían alejado aquellas cosas que, sí en ti no fuesen, no existirían.

Pero me llamaste, gritaste, derrumbaste mi sordera. Brillaste, resplandeciste, ahuyentaste mi ceguera. Derramaste tu fragancia, la respiré y suspiro por ti. Gusté, tuve hambre y sed.

Me tocaste y ardo en deseos de tu paz.

Llegar a conocerte, Dios mío, de manera que te ame y no te pierda.

Entender quién soy, de tal forma que me desapegue de mis intereses y no me busque en vano en nada.

Sentir un amor profundo hacia ti, Dios mío, riqueza de mi alma, para estar siempre contigo.

Morir a mí mismo y renacer en ti.

Concederme ser tu única vida verdadera y mi salud perfecta para siempre.

Amén.

 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

 

Día 4 de la Novena a San Agustín

Al concluir el enriquecedor Día 4 de la Novena a San Agustín, llevamos con nosotros las valiosas lecciones de su sabiduría. Permitamos que sus enseñanzas sigan guiándonos en nuestro viaje espiritual, inspirándonos a vivir con autenticidad y a explorar un propósito más profundo en nuestras vidas. Sigamos reflexionando sobre su legado en los días que vienen, permitiéndole ser nuestra guía en la búsqueda de la verdad y la plenitud espiritual.

Continua tu novena a San Agustin

Explora las extraordinarias vidas de los Santos

Una fuente de inspiración y bendiciones divinas para tu vida

SIGUENOS

Descubre la fe católica día a día: Síguenos en redes sociales y sumérgete en historias inspiradoras y reflexiones edificantes. Únete a nuestra comunidad y fortalece tu vida espiritual. ¡Conéctate con lo divino y crece en fe!

Scroll al inicio