Día 5 de la Novena a San Agustín
En el apasionante Día 5 de la Novena a San Agustín, nos sumergimos aún más en su legado espiritual. Este día nos brinda la oportunidad de explorar las profundidades de su sabiduría y reflexiones, guiándonos hacia una comprensión más profunda de nuestra espiritualidad y nuestra conexión con lo divino.
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Oración Inicial
Peregrino y enfermo vuelvo a ti, Dios mío, cansado de peregrinar fuera,
y agobiado por el peso de mis males.
He experimentado que lejos de tu presencia
no hay refugio seguro, ni satisfacción que dure, ni deseo que dé fruto, ni bien alguno que sacie los deseos del alma que creaste.
Aquí estoy, pobre y hambriento. ¡Dios de mi salud! Ábreme las puertas de tu casa: perdóname, recíbeme, sáname de todas mis enfermedades’, úngeme con el óleo de tu gracia, y dame el abrazo de paz que prometiste al pecador arrepentido. ¡Oh Verdad! ¡Oh belleza infinitamente amable! ¡Qué tarde te amé, hermosura siempre antigua
y siempre nueva! ¡Qué tarde te conocí!
¡Qué desdichado fue el tiempo en que no te amé ni conocí!
(Confesiones X)
Día 5 de la Novena a San Agustín
Lectura
Entonces Jesús les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.
Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Jn 10, 7-10
Reflexión
El pastor negligente, cuando recibe en la fe a alguna de estas ovejas débiles, no le dice: Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente. Porque quien dice tales cosas, ya está confortando al débil, ya está fortaleciéndole, de forma que, al abrazar la fe, dejará de esperar en las prosperidades de este siglo. Ya que, si se le induce a esperar en la prosperidad, esta misma prosperidad será la que le corrompa; y, cuando sobrevengan las adversidades, lo derribarán y hasta acabarán con él.
San Agustín Sermón 46
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Ave María
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración Final
Señor, estabas dentro de mí, pero yo de mí mismo estaba fuera.
Y por fuera te buscaba… Estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Me mantenían alejado aquellas cosas que, sí en ti no fuesen, no existirían.
Pero me llamaste, gritaste, derrumbaste mi sordera. Brillaste, resplandeciste, ahuyentaste mi ceguera. Derramaste tu fragancia, la respiré y suspiro por ti. Gusté, tuve hambre y sed.
Me tocaste y ardo en deseos de tu paz.
Llegar a conocerte, Dios mío, de manera que te ame y no te pierda.
Entender quién soy, de tal forma que me desapegue de mis intereses y no me busque en vano en nada.
Sentir un amor profundo hacia ti, Dios mío, riqueza de mi alma, para estar siempre contigo.
Morir a mí mismo y renacer en ti.
Concederme ser tu única vida verdadera y mi salud perfecta para siempre.
Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Día 5 de la Novena a San Agustín
Al concluir el enriquecedor Día 5 de la Novena a San Agustín, llevamos con nosotros la resonancia de sus enseñanzas y reflexiones. Que su sabiduría siga inspirándonos en nuestro camino espiritual, ayudándonos a encontrar significado y conexión en cada paso que damos. Continuemos explorando su legado en los días por venir, buscando la verdad interior y la autenticidad que San Agustín nos enseñó a valorar.